domingo, 6 de mayo de 2012

Homenaje al Critico de Cine Nelson Garcìa Miranda: El Danzante de Tijeras, de Jorge Vignati.1º Parte.

Por Nelson Garcia Miranda. (*)

"Rasu Ñiti era hijo de un Wamani, grande, de una montaña con nieve eterna. El, a esa hora le habìa enviado ya su espìritu : Un còndor gris cuya espalda blanca esta vibrando".  

"El arpista cambiò la danza al tono de Waqtay (la lucha) , Rasu Ñiti hizo sonar màs alto las tijeras..."

"El Wamanì està aleteando grande, està aleteando ! "

" !El Dios està creciendo !  !Matarà al caballo! . 

La agonia de Rasu Ñiti , Josè Marìa Arguedas.

Danzante de Tijeras , es el primer corto metraje de Jorge Vignati, en el cual èl mismo ha hecho càmara. Es en 16 mm , color y sonido  directo , ampliado a 35 mm . Se hizo en una  sola toma de 10 minutos , durante los cuales el realizador , càmara en mano , camina, se detiene, rodea, regresa casi sobre sus mismos  pasos y vuelve a ir casi en la misma ruta filmando , permanentemente , a un grupo de instrumentistas a a una pareja de danzàks o danzantes de tijeras. El corto se inicia cuando comienza la danza y termina cuando acaba la misma. No tiene corte ni montaje. Eso es todo. Sin embargo, lo que logra a nivel de imagen y sentido de la continuidad y movilidad de su realizaciòn , es algo de lo màs interesante que, para mì, se ha producido en el cine peruano actual. 

Al inicio, un plano general fijo y duradero plantea al espectador toda la definiciòn visual y auditiva de este manifestaciòn campesina : Los instrumentistas parados en un mismo sitio tocan una tonada a cuya compàs avanza primero un danzàk , luego el otro, marcan un ritmo con sus tijeras a la vez que ejecutan una serie de pasos complicados. Es al parecer, una competencia acrobàtica de pasistas. El espectador se da cuenta de ello y comprende que esa alternancia es toda la coreografìa de la danza. Pero esta sencillez coreogràfica sumada a la repeticiòn de la melodìa acompañante, comienza a generar en el espectador un sentimiento de monotonìa . Lo cual atribuyo , màs a la duraciòn  y condiciòn visual del encuadre , que a lo visual y auditivo del espectàculo. 


Pero antes de que ese sentimiento de monotonìa , se afirme,  el camarògrafo -realizador que ha estado al frente de los bailarines y mùsicos, comienza a desplazarse al costado izquierdo a pasos medidos, con càmara en mano, entorno al grupo , su acciòn desaticula perceptiblemente , poco a poco, la composiciòn de profundidad de formas (cuerpos)  del encuadre inicial y, durante ese instante , vmeos en un plano simple solo a un danzante concentrado en conservar el compàs de su tijera, ejecutar difìciles pasos y en mantener el equilibrio de su cuerpo. Luego , vuelve a construirse paso a paso la  composiciòn en profundidad del equipo, el realizador y su càmara han ido atràs del grupo , y dentro del marco del ecran , vemos, en primer tèrmino, las espaldas de los mùsicos y en segundo tèrmino , la espalda del otro danzàk en acciòn. 

Seguidamente , comienza otra vez a de-construirse la composiciòn del encuadre anterior y en un plano simple vemos al primer danzàk en idèntica circunstancia dràmatica del segundo , producto de que el camarògrafo -realizador ha caminado al costado derecho. Desde aquì vuelve sobre sus mismos  pasos casi hasta el encuadre inicial. Y otra vez emprende casi la misma ruta, siempre con la càmara, intuiciòn e inteligencia en acciòn, y, siempre, descubriendo un elemento, sobre èl que vuelve para investigarlo algo màs y al que otra vez retorna para aprenhenderlo definitivamente.

De lo dicho, podrìa analizarse, como ejemplo, la relaciòn escenario natural - conjunto, o la relaciòn mùsica - danza , que sugieren la visiòn de este cortometraje. Elijo el nivel coreogràfico porque ahì se dà lo màs interesante. Supuesta la danza como un contrapunto de pasistas - el plano general inicial lo ha hecho parecer asì - el camarògrafo - realizador se moviliza de un danzak a otro percatàndose , primero , que los  pasos de un danzàk  no solo se mueven en afàn competitivo o acrobàtico , es otro el estìmulo. Luego,  que la alternancia de danzaks nos los desvincula coreogràficamente . Por ùltimo (pero antes de que termine la obra), se constata realmente que la coreografìa de la danza no es doble como parece por estar interpretada por dos danzàks. No, la coreografìa es una sola, indivisible, progresiva, ùnica, y  la creciente complejidad de ejecuciòn  - esmero de ambos pasistas - no es competitivo  ni acrobàtico. La genera un estìmulo ritual. El accionar en torno del camarogràfo -realizador descubre  ( y nos descubre) esa dimensiòn.

(*) El artìculo proviene de la revista Hablemos de Cine - Nº 68- año 12 - 1976.

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